«No sé qué tanto estés enterado, pero mi tío Alfredo padece EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica). Fue diagnosticado en 2007 y se encuentra en la fase IV de la escala de GOLD, la cual en resumidas cuentas es la más grave de todas, donde la deficiencia pulmonar es crítica. Actualmente vive en Acapulco, por la mayor presión atmosférica que le ayuda a respirar. No puede estar prácticamente ya sin el oxígeno artificial y se fatiga con sólo caminar de la recámara a la sala».
Lo anterior es un fragmento de uno de varios correos electrónicos que recibí ayer mientras comenzaba a leer mi bandeja de entrada. Lo que mi sobrino Ricardo me estaba transmitiendo no era otra cosa que el sentido de urgencia que experimentó al percatarse de la gravedad de un problema de salud de un familiar tan cercano como su tío Alfredo, amigo mío de la adolescencia y fumador como el que más, diría yo.
Plan de emergencia basado en microdosis y antioxidantes
Puesto que Alfredo y su familia se encuentran en Acapulco, y lo que más urge es que comience a tomar los nutrientes que estoy seguro le están faltando, voy a comenzar por enumerar las primeras sustancias que el «Güero» (como solíamos llamarle antes algunos de sus amigos) deberá consumir de inmediato para salir bien librado de este problema. Posteriormente ahondaré más sobre las causas de esta enfermedad (básicamente, las sustancias tóxicas que contiene el cigarro), a partir de las cuales se podrá entender mejor el por qué se seleccionaron los suplementos que más adelante estaré recomendando, además de los dos botiquines de microdosis que estaremos enviando al puerto de Acapulco, con las sustancias activas de las siguientes plantas medicinales: Ginseng, Ginkgo biloba, fenogreco, ajo, eucalipto, tomillo, moringa y gordolobo.
Guía de administración para el botiquín de plantas medicinales
Aplicar 3 gotas de cada frasco directamente sobre la lengua, cada hora durante el día hasta que los síntomas mejoren, procurando dejar un lapso de un minuto entre una aplicación de un frasco y la otra (ej. 3 gotas de ajo, esperar un minuto… luego 3 gotas de Ginseng, esperar un minuto… y así sucesivamente hasta completar las aplicaciones de los 8 frascos). Las gotas no se diluyen en agua ni se tragan; se depositan en la lengua para dejar que las sustancias activas de las plantas medicinales sean absorbidas por las papilas gustativas. Cuando los síntomas mejoren, después de cuatro o cinco semanas aproximadamente, se podrá comenzar a aplicar las microdosis de plantas medicinales cada dos horas, y luego cuatro veces al día, según sea la respuesta a la terapia.
Especificación de antioxidantes en forma de suplementos
De acuerdo con la literatura biomédica consultada [3], en toda enfermedad degenerativa crónica siempre existe un proceso de oxidación muy marcado en los órganos involucrados en el padecimiento bajo tratamiento, que en este caso serían principalmente los pulmones.
Aún en el caso de que existieran otras vías respiratorias afectadas, las sustancias antioxidantes que a continuación enumeraré se harán cargo de los llamados radicales libres, que son esos agentes que están acabando con el sistema inmune de nuestro buen amigo el Güero.
Los radicales libres son átomos, generalmente de oxígeno, altamente reactivos e inestables, que se liberan cuando el alimento es metabolizado en nuestras células para producir energía. Su inestabilidad se debe a que han perdido uno de sus electrones e intentan reponerlo tomándolo de otros átomos. Esto crea una reacción en cadena que ocasiona daños a nuestras células. Un átomo de oxígeno siempre está a la búsqueda de otro átomo que le pueda ceder esos electrones que ha perdido (ver figura arriba a la izquierda).
Este grupo de antioxidantes son sustancias ortomoleculares, y se llaman así porque son nutrientes que se encuentran de manera normal en nuestro organismo. Algunas de ellas, regularmente las vitaminas y los minerales, se suministran en dosis terapéuticas mucho mayores que las que recomiendan las instancias oficiales gubernamentales (las famosas cantidades diarias recomendadas, o RDAs). En conjunto, dichas sustancias trabajarán sinérgicamente para lograr el alivio deseado, y deberán administrarse como suplementos, de la manera y en las dosis que a continuación se especifican:
1. Proteína aislada de suero de leche
Recomendamos que en este plan de emergencia se usen tres paquetes de Immunocal, que harán un total de 90 sobres, para ser tomados tres al día, cada uno de los cuales se deberá tomar 1/2 hora antes de cada alimento, diluyéndolo con la bebida preferida o inclusive con agua simple, cuidando que en cualquier caso el líquido a emplear no esté caliente.
2. Vitamina E
GNC la ofrece como Natural E, acetato de d-alfa-tocoferil, equivalente a 400 UI (Unidades Internacionales). Durante la primera semana, recomiendo tomar una
cápsula al día con el desayuno y otra después de la comida (800 UI al día). Al comenzar la segunda semana aumentar la dosis a 1200 UI, es decir, tres cápsulas al día, con los alimentos. A partir de la tercera semana y hasta que los síntomas mejoren, la dosis recomendada será de 1600 UI. De manera análoga a como se explicará para el caso de la vitamina C, las dosis se irán disminuyendo paulatinamente, una vez que se haya logrado la mejoría deseada, en las mismas cantidades y al mismo ritmo que cuando se fueron aumentando (400 UI menos cada semana, hasta llegar a cero UI).
3. Vitamina A
La presentación de GNC es como Beta-Caroteno 15, equivalente a 25,000 UI de vitamina A. Tomar una cápsula después del desayuno y otra después de la comida: 50,000 UI diarias. Por supuesto existe una alternativa todavía mejor: si se cuenta con un buen extractor de jugos, un vaso grande de jugo de zanahoria aporta alrededor de 20,000 UI de caroteno, de modo que dos vasos diarios de ésta o de cualquier otra verdura verde serían ideales para llenar el requisito de este nutriente. También se podría alternar, es decir, un día podría ser con cápsulas y el otro día con dos vasos de jugo de zanahoria.
4. Vitamina C
Aquí no se recomienda GNC, porque como vamos a ver en seguida, las dosis terapéuticas van a resultar muy grandes.
Las dosis para la vitamina C se determinan de acuerdo al nivel de saturación de cada persona, llamada también dosis terapéutica o tolerancia intestinal. No se conoce ningún caso publicado de toxicidad de vitamina C, y lo que uno puede hacer para darse una idea de cuánta vitamina C puede tolerar, es calcular primero el nivel terapéutico teórico (ntt), el cual viene dado por :
ntt = 0.5 P
Lo que significa que la dosis terapéutica recomendada aquí es de 500 mg por cada kilogramo de peso.
Siendo P el peso del paciente en Kg y estando la constante de proporcionalidad en grs/Kg, el ntt para un paciente que pesara 60 Kg sería de 30 grs.
Como su nombre indica, ese valor de nnt es teórico y es la dosis a la que se debería llegar al final del proceso, es decir, que para este ejemplo, 30 gramos de vitamina C sería la meta; pero para determinar la tolerancia intestinal o la dosis terapéutica real del paciente (dtr) , tendremos que comenzar con una dosis mucho más baja que el ntt e ir aumentando semanalmente la dosis, en incrementos de 1.5 grs cada vez, para que el paciente mismo determine el día y el momento en que comience a escuchar ruidos en su intestino.
En el mejor de los casos, habrá evitado la diarrea y habrá descubierto su dosis terapéutica, y en el peor, además de haberla descubierto, habrá tenido que ir a desalojar el “exceso de vitamina C”. La dosis terapéutica real (dtr) se establece en la dosis inmediata anterior a la que provocó los ruidos intestinales o la diarrea, y es posible que ni siquiera llegue a la mitad de la ntt. Una vez determinada la dtr, se continuará tomando esa cantidad hasta que los síntomas de la enfermedad desaparezcan. Una vez que éstos hayan cesado, se deberá ir disminuyendo la dosis gradualmente, ahora en decrementos de 1.5 grs. cada vez, hasta ya no tomar nada. Esta práctica de ir disminuyendo gradualmente las dosis evita las recaídas, y aplica para todas las terapias y para todos los suplementos que aquí se indiquen.
Algunas personas podrían rebasar la ntt y no experimentar ni ruidos intestinales, ni gases ni diarrea, y se podría seguir aumentando la dosis hasta la desaparición de los síntomas.
Eso es una dosis realmente terapéutica, la que uno necesita para sentirse mejor, y con vitamina C, uno puede darse el lujo de experimentar con ella sin peligro alguno. Cincuenta años de estudios científicos lo garantizan. Si a lo largo del proceso, los síntomas de la enfermedad desaparecieran, antes de haber alcanzado la dtr, usted podría mantenerse en esa dosis durante al menos dos semanas más para confirmar la erradicación completa de su enfermedad (curación).
De ser así, ya podría entonces comenzar a disminuir sus dosis paulatinamente, al mismo ritmo que como las fue aumentando, según se describe a continuación.
Con cápsulas de 1.5 grs, sugerimos que el paciente comience tomándose una después de cada alimento, de manera que la primera semana estará tomando 4.5 gramos diarios. A la semana siguiente, deberá tomar dos cápsulas después del desayuno, una después de la comida y otra más después de la cena, para que en total sean 6 gramos diarios. La tercera semana serán 2 en el desayuno, 2 en la comida y una en la cena. Total : 7.5 grs al día. Cuarta semana : 2 (desayuno)-2(comida)-2(cena). Total: 9 grs diarios
Quinta semana: 3-2-2. Total: 10.5 grs/día
Sexta semana: 3-3-2. Total: 12 grs/día, y así sucesivamente.
De esta manera, a la séptima semana de haber iniciado el tratamiento estará
consumiendo 13.5 grs, y a la octava, 15 gramos diarios.
Si para entonces todavía no hubiera alcanzado su nivel de saturación, se tendrá que continuar conforme a lo indicado, aumentando una cápsula semanalmente, hasta llegar a su dosis terapéutica real (dtr). Si se experimentara diarrea con dos o tres cápsulas en una sola toma por ejemplo, sugerimos distribuir las cápsulas a lo largo del día, aunque algunas de las tomas no coincidieran con algunos alimentos. Así por ejemplo, una vez que se haya tolerado una cápsula por toma , se podrían administrar 7 tomas de 1 cápsula de 1.5 gramos [ 1 (desayuno)-1-1-1(comida)-1-1-1(cena) ], para hacer un total de 10.5 gramos diarios. Nótese que quedaron dos tomas de 1 cápsula entre alimentos (4 tomas sin alimento) y tres tomas de 1 cápsula en cada alimento.
Siempre que le sea posible, procure tomar aunque sea algún refrigerio en algunas de las tomas. Si por el contrario, usted fuera de las personas con una gran tolerancia a esta vitamina, y no experimentara molestia alguna en una toma de 3 o más cápsulas, entonces su recuperación podría acelerarse, aumentando las tomas no de manera semanal, sino diariamente. Así, suponiendo que usted tolerara en una sola toma tres cápsulas, podría tomar en un solo día: 7 x 3 x 1.5 = 31.5 grs de ácido ascórbico, que sería la dosis terapéutica ideal (dti) si usted pesara 60 Kg, ya que ésta casi coincidiría con el nivel terapéutico teórico (ntt). Hay quien estando padeciendo de cáncer de pulmón en fase terminal, ha llegado a tomar 4 gramos de ácido ascórbico cada media hora mientras estaba despierto, día y noche, sin ningún problema estomacal (ver Ref. [9], pág.82).
¿De qué hay que estar al tanto para prevenir la EPOC?
Los daños que ocasiona el cigarro se atribuyen a las substancias tóxicas que contiene el humo del tabaco, entre los que destacan el cadmio, el alquitrán, el acetaldehído y la nicotina.
El objetivo de la industria del consumo es crearle a usted una adicción a través de alguna sustancia cuya venta esté autorizada, en una especie de contubernio entre el gobierno y las tabacaleras. Es de esta manera como algunos refrescos embotellados (la coca cola por ejemplo) y ciertos dulces con colorantes artificiales (como las lunetas) crean un hábito entre sus consumidores. Las tabacaleras han usado la nicotina y el acetaldehído con esa intención desde tiempos inmemoriales. Es responsabilidad de cada quien, como en cualquier otro caso de adicción, decirle sí o no a cada una de esas sustancias que el sistema nos está «invitando» a consumir.
Habiendo tomado conciencia de porqué la nicotina ha llegado a infiltrarse en nuestro organismo, conviene también saber porqué es necesario defenderse de aquellas otras sustancias que se encuentran en el humo del cigarro. El
alquitrán es la sustancia que realmente transporta la nicotina hasta los pulmones.
Además de ésta, también transporta benzeno, radón y algunas más, que son en resumidas cuentas las culpables del cáncer. No menos importante resulta la toxicidad del cadmio, ya que se le reconoce como uno de los metales pesados que más produce anemia.
El que todas esas sustancias lleguen al interior de nuestro cuerpo, hace que se formen cicatrices en las paredes de las arterias, de manera análoga a como un pedazo de fierro se oxida o una manzana adquiere un tono café obscuro cuando se expone al aire (oxígeno). Estas cicatrices toman el lugar de las células normales sin hacerse cargo de sus funciones, ocasionando así lo que se conoce como oxidación.
Es por esa razón que se ha elegido como uno de los principales antioxidantes a la vitamina E. Este nutriente es uno de los más eficientes cuando de lo que se trata es hacer frente a la oxidación, la cual puede entenderse mejor haciendo una analogía entre ésta y el proceso de combustión que tiene lugar cuando su auto está en movimiento.
La energía necesaria para que el carro se mueva, proviene de un proceso de ignición que ocurre en la cámara de combustión cuando la gasolina gasificada se combina con el oxígeno, que equivale a la combinación de glucosa que se ingiere a través de los alimentos, con el oxígeno que hay en el cuerpo. El resultado de la producción de esta energía conocida como metabolismo, también arroja un subproducto: los radicales libres (el humo que sale del escape), que no son otra cosa que átomos que han perdido electrones. Los antioxidantes, como las vitaminas E y C, deben existir en cantidades suficientes para compensar esa falta de electrones de los átomos que forman parte de las células sanas.
Complementar el tratamiento con complejo B, vitamina D, quercetina y magnesio
Al tener la cantidad exacta de vitaminas se logra balancear la existencia de radicales libres con la cantidad de átomos de células sanas que llevan a cabo el metabolismo normal del cuerpo humano. El fumar dispara la liberación de hormonas del estrés y es por eso que también se recomienda ampliamente la administración de dosis adecuadas de complejo B, que incluya las vitaminas B1, B5, B6 , B9, B12. Una muy buena opción para cumplir con este requerimiento es la Bedoyecta por vía intramuscular: una ampoyeta cada tercer día, hasta terminar la caja de 5 ampolletas. Luego descansar unas dos semanas para después repetir la misma dosis por la misma vía. Como la bedoyecta no incluye el folato (ácido fólico o vitamina B9), se recomienda adquirir por separado en una presentación de 5 mg para tomarse (oralmente) una vez al día, después de los alimentos. Lo mismo para el ácido pantoténico (B5); pero en este caso en una dosis de 25 mg, tres veces al día.
El complejo B, tal y como aquí se ha definido, nunca a dado resultados administrado por vía oral, como lo ha hecho por vía intramuscular o intravenosa; y si los ha dado, han sido en muy pocas ocasiones.
Otras sustancias cuya administración se recomienda ampliamente son la vitamina D, la quercetina y el magnesio. Éste último en especial, representaría un invaluable apoyo en el caso extremo de que Alfredo o cualquier otro paciente afectado de EPOC desarrollara alguna deficiencia cardiovascular, no poco frecuente en este tipo de padecimientos.
Una última recomendación: la dieta
En cuanto a la dieta se refiere, se recomienda evitar el azúcar, los lácteos, el gluten y los embutidos como el tocino, el jamón y las salchichas (los fabricantes añaden nitratos a las carnes frías para que adquieran un color rosado que disfraza su desagradable aspecto).
Asimismo, no se recomienda el consumo de café, bebidas alcohólicas, alimentos procesados ni refrescos embotellados, en especial las del tipo light, ya que contienen aspartame. Numerosos ensayos clínicos han identificado a este aditivo como una de las principales causas de disnea (dificultad para respirar).
© Sergio López González. Fundación MicroMédix. 22 de septiembre de 2013
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REFERENCIAS
[1] Nutritional supplements, which may moderate the symptoms of COPD: N-acetylcysteine, magnesium, potassium, and other nutrients. Nutritional Medicine. Alan Gaby, MD. 2011. Perlberg Publishing, Concord, NH ISBN-13:9780982885000.
[2] Chronic Obstructive Pulmonary Disease (COPD) . Evidence from three double-blind placebo-controlled studies enrolling a total of 49 individuals suggests that L-carnitine can improve exercise tolerance in COPD, presumably by improving muscular efficiency in the lungs and other muscles. http://healthoracle.org/downloads/A/Acetyl-L-carnitine.pdf
[3] Gutathione (GSH). Alternative Medicine Review – Volume 6, Number 6, December 2001
[4] Emphysema and Chronic Obstructive Pulmonary Disease: Therapeutic Approaches Through Nutrition, Natural Medicine, Alternative Medicine By Robert J.Green Jr., N.D. Aventine Press, 2005
[5] The role of vitamin D in pulmonary disease: COPD, asthma, infection, and cancer http://respiratory-research.com/content/pdf/1465-9921-12-31.pdf
[6] Nutrition and lung health. Int J Tuberc Lung Dis. 2005 Apr;9(4):362-74. Romieu I. Instituto Nacional de Salud Pública, Col Santa Maria Ahuacatitlan, Cuernavaca Morelos 62508, Mexico.
[7] Antioxidant Supplementation among Chronic Obstructive Pulmonary Disease (COPD): Is it Necessary? E. Pirabbasi and M. Cheraghi. Pakistan Journal of Nutrition 11 (5): 501-506, 2012 . http://www.pjbs.org/pjnonline/fin2244.pdf
[8] Systemic Inflammation in Chronic Obstructive Pulmonary Disease: May Diet Play a Therapeutic Role?. Domenico Maurizio Toraldo, Francesco De Nuccio and Egeria Scoditti. J Allergy & Therapy 2013, S2
[9] Cúrate tu mismo. Los sorprendentes resultados de la nutrición ortomolecular. Dr. Andrew Saul. Editorial Sirio S.A