Terapias Naturales

Recetas con Medicina Ortomolecular de Precisión

Avances en medicina ortomolecular de precisión

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«Esto no se acaba hasta que se acaba», decía Lawrence Peter Berra cuando faltando unos cuantos minutos para finalizar un partido de béisbol, el público asistente parecía dar por sentado la derrota del equipo en desventaja, si la diferencia en el marcador resultaba ser menos que aplastante. En cierto sentido, en el terreno de la salud las cosas no son muy diferentes que en el béisbol, o de cualquier otra situación en la que la contienda sea el factor principal a considerar.

Nutrición personalizada, progresiva y por la vía de administración correcta

Cuando el naturópata no solo tiene que lidiar con la enfermedad misma, sino con las iatrogenias ocasionadas por la industria farmacéutica, la renuencia del paciente a tomar nutrientes y la escasez de los mismos en su localidad, la contienda puede tornarse un tanto complicada. El profesional de la salud en este caso necesita contar en todo momento con lo que podría significar su última carta, y en este contexto, valdría la pena parafrasear al Yogi Berra.
Desde la óptica de la salud sin embargo, lo que les digo a los familiares de mis pacientes es que nunca se juega uno la última carta, porque siempre hay una en la baraja de posibilidades.

Para contar siempre con una carta dentro del abanico de nutrientes en dosis terapéuticas y microdosis de plantas medicinales, el naturópata debe estar preparado, ser proactivo y no esperar a que suceda lo que puede evitarse con una investigación continua y una contemplación atenta y detenida de la realidad, de los hechos.
Las evidencias (casos de éxito) registradas en nuestra base de datos nos han ayudado a perfeccionar nuestros tratamientos, aplicando lo que se ha convertido en una medicina ortomolecular de precisión. En el caso concreto de la psiquiatría de precisión, la nutrición personalizada ha producido una respuesta mucho más rápida y favorable que la que solíamos obtener al aplicar las teorías de las diferentes corrientes médicas hasta ahora conocidas, como son las de la medicina funcional, la fundamentada en el fenotipo (Pfeiffer y Walsh), la del desequilibrio bioquímico (el que pregona la psiquiatría tradicional), etc. La mismísima hipótesis del adrenocromo para la biogénesis de la esquizofrenia que Hoffer y Osmond usaron para tratar a los pacientes afectados de este trastorno, la hemos optimizado empleando una de las dos grandes técnicas de la inteligencia artificial: el aprendizaje de máquina no supervisado. Es así como la medicina ortomolecular del siglo XX ha evolucionado en el presente siglo, hacia una medicina ortomolecular de precisión.

Asimismo, la escucha atenta de lo que viven a diario los padres de pacientes con esquizofrenia, trastorno bipolar y demás trastornos de la personalidad, además de habernos señalado el camino a seguir, nos ha obligado a buscar y establecer estrategias para contrarrestar los efectos secundarios de los psicofármacos, a encontrar mejores vías de administración y a saber cuándo y cómo dividir un tratamiento en etapas para afectar lo menos posible el presupuesto familiar. Prorratear la inversión en suplementos sin que el proceso terapéutico pierda efectividad, es una manera inteligente de poner al alcance de todos, las bondades de la medicina ortomolecular. Ese es el reto que el profesional de la salud está superando hoy en día y que continuará enfrentando durante el resto el siglo XXI.

La nutrición ortomolecular personalizada

En la época en la que Hoffer y Osmond concibieron la hipótesis del adrenocromo para la biogénesis de la esquizofrenia, la inteligencia artificial no había nacido, y si bien sus tratamientos los personalizaban apelando a su intuición y experiencia médica, sin duda, el porcentaje de casos de éxito tuvo que ser menor en ese entonces, que el que hoy en día estamos consiguiendo con la psiquiatría de precisión, pues los datos inherentes a muchos de los casos de éxito que ambos científicos consiguieron, los estamos aprovechando hoy para encontrar similitudes entre aquellos, y los casos que ahora nosotros queremos resolver. Son a ambos médicos naturópatas y al dos veces ganador del premio Nobel Linus Pauling (derecha), a quienes debemos el conocimiento que estamos extrayendo de nuestras bases de datos, y es con ese conocimiento heredado con lo que nuestros pacientes están mejorando día con día.

La vía de Administración correcta

¿Que hace usted cuando su hijo o su hija le dice no a la nutrición ortomolecular y/o a la medicación con psicofármacos? Poniéndose en los zapatos del paciente, un no a la medicación con psicofármacos está justificado, porque seguramente él o ella ya experimentó uno o más de sus efectos secundarios. En cuanto a la suplementación con nutrientes, el problema es que al principio, el paciente argumenta y con razón, que son demasiadas píldoras las que tiene que tomar. Hay que recordar que estamos hablando de dosis ortomoleculares, es decir, de cantidades realmente terapéuticas de nutrientes. Esta renuencia del enfermo a tomar cualquier sustancia, ya sea natural o sintética, es uno de los mayores problemas de muchos padres de familia y no hay una regla de oro que nos ayude a encontrar su solución, porque todo depende tanto de la ética de estos últimos como de la vía de administración recomendada.

Le voy a contar cómo está afrontando este problema, una de las familias que se ha afiliado a nuestra comunidad de guerreros biomédicos, con miras a sacar a su hijo del abismo de la esquizofrenia (he cambiado algunos datos para que la confidencialidad del caso no se vea afectada, y cualquier semejanza con un personaje de la vida real será una mera coincidencia).
A pesar de que este chico de 26 años comenzó a seguir el tratamiento más o menos como se lo había recomendado a sus padres (hasta este momento él no ha acudido nunca a una cita), al principio de la que fue nuestra tercera consulta, me enteré de que el protagonista de este nuevo reto no quería comer nada que no fueran frijoles de la olla (en México, los frijoles de la olla o frijoles «aguados», se sirven junto con el caldo que se usa para su cocción). Durante esa misma sesión me enteré de que sus progenitores ya habían comenzado a darle lo que podríamos llamar unos «frijoles a la risperidona», porque de acuerdo con lo que sus padres me dijeron vía Skype, él no estaba dispuesto a tomar ningún tipo de medicamento.

Supongo que el psiquiatra o quien sea que haya recomendado esa «vía de administración», tuvo razones muy poderosas para pensar que la risperidona podía sacar a ese chico de la impenetrable oscuridad, que es como yo le llamo a ese estado en el que un enfermo de esquizofrenia intenta interpretar su realidad, esto es, una condición en la que la comunicación con éste resulta prácticamente imposible. Y si bien esta práctica no parece ser del todo ética, es una opción a la que algunos familiares suelen recurrir con el propósito de abrir un canal de comunicación con su ser querido.

Aunque la «lucidez mental» que los psicofármacos inducen es ciertamente cuestionable, pueden usarse a modo de muletas, tal y como lo menciona Hoffer en una de sus notables entrevistas. Este reconocido psiquiatra y médico naturópata (izquierda), empezaba sus tratamientos con neurolépticos, porque según explica en la fuente recién referida, igual que una persona se deshace de sus muletas después de que su pierna ha sanado, los antipsicóticos también pueden retirarse, nada más que en este caso sus dosis deben irse reduciendo gradualmente, una vez que el paciente ha mejorado con la combinación de dosis mínimas de psicofármacos y dosis terapéuticas (megadosis) de nutrientes.

Y una vez levantando al paciente con «muletas» (minidosis de psicofármacos), se debe proceder con la administración de dosis terapéuticas de nutrientes, por la mejor vía de administración posible. Hay por supuesto nutrientes que por su propia naturaleza solo admiten una vía de administración. Así por ejemplo, usted no querría darle a su hijo ácido ascórbico o ácido alfalipoico por la vía sublingual, dado el desagradable sabor que ambos suplementos dejarían en la boca de su vástago.

Desde la perspectiva de la medicina ortomolecular, las vías de administración más viables son la intravenosa (IV), la sublingual, la liposomal, la intramuscular, la subcutánea, la tópica y la oral. De todas ellas, las  tres primeras son las más efectivas, por la rapidez y el porcentaje en que los nutrientes son absorbidos y enviados hacia el torrente sanguíneo, desde sus correspondientes accesos.
Hay nutrientes que son mejor aprovechados por el organismo si se administran por la vía sublingual, como son el glutatión, el inositol, la glicina y la niacina (vitamina B3). Si usted quisiera por ejemplo disipar un ataque de pánico en unos 30 minutos, podría depositar 2 gramos de polvo de inositol debajo de su lengua, dejándolo ahí hasta que se absorba por completo. En casos renuentes, podría usted repetir ese mismo procedimiento con glicina, a la media hora de haber administrado inositol por la vía sublingual. Otra estrategia es tomar unos 6 gramos de glicina disueltos en un vaso de agua simple, seguidos de una administración sublingual de inositol, o viceversa: 6 gramos de inositol por la vía oral previamente disueltos en medio vaso de agua, seguidos de 2 gramos sublinguales de polvo de glicina. Es increíble lo que uno aprende de aquellos pacientes que con el paso de los años han encontrado diversas formas de encontrar alivio.

Las administraciones sublingual y liposomal, además de acelerar la absorción del nutriente en cuestión y actuar con mayor efectividad que la vía oral, tienen la ventaja de reducir el costo del tratamiento, sobre todo si se vive en un país en donde los suplementos suelen ser onerosos. En México, un frasco de 454 gramos de inositol en polvo está costando alrededor de $3,000.00 MXN (pesos mexicanos), lo cual llega a ser prohibitivo para la mayoría de las familias de nivel económico medio. Lo irónico de todo esto es que si usted quisiera superar un ataque de ansiedad por la vía de administración oral, que es la que recomienda el fabricante del producto que aparece a su derecha, tendría que tomar algo así como unos 16 gramos en una sola toma. Con la vía de administración sublingual en cambio, con 2 gramos cada 30 minutos obtendría resultados muy superiores en un tiempo mucho menor, porque lo más probable es que no necesitaría más allá de tres tomas como máximo. Una manera de economizar aun más, sería la administración sublingual alternada de inositol y glicina.

El caso del glutatión ilustra aun más la diferencia tan abismal que existe entre la administración oral y la sublingual o liposomal. El glutatión por la vía oral equivale a tomar absolutamente nada, porque su mecanismo de acción se ve afectado sensiblemente por los procesos que tienen lugar en el estómago. La vía sublingual en este caso, al igual que la liposomal, no deteriora la estructura química del glutatión, porque además de no interaccionar con el ácido clorhídrico que hay en el estómago, no se ve afectada por los procesos que tienen lugar en el hígado, como sucede con la mayoría de los medicamentos que son administrados por la vía acostumbrada, es decir, la oral.

De la misma manera en la que algunos medicamentos pueden normalizar una presión arterial muy alta (hipertensión), cuando se le administra por la vía sublingual, la niacina rubefaciente (flush), puede ser muy útil para controlar una presión sanguínea en aumento. La propiedad vasodilatadora de dicha vitamina (la B3), cumple muy bien el papel de anti-hipertensivo en casos de urgencia, así como de analgésico en cuadros de dolor agudo (el de una migraña por ejemplo). Con unos 100 a 200 mg sublinguales de ácido nicotínico, que es también como se le conoce a la niacina, usted puede salir bien librado(a) de una dolencia como las que acabo de mencionar. Tratándose de una artritis, una prostatitis, una laringitis o cualesquier otra enfermedad cuyo nombre contenga el sufijo «itis», lo mejor que uno puede hacer es administrar un antioxidante por la vía intravenosa.

Y aunque por ningún motivo recomendaría yo el ácido ascórbico o el ascorbato de sodio por la vía sublingual, puede ser que una proteína de suero de leche sea la alternativa en casos de inflamación crónica y sistémica. Unos 2 gramos sublinguales de este complejo de aminoácidos cada dos horas por ejemplo, podrían surtir un efecto parecido al de una administración intravenosa de glutatión. Y es que la vitamina C  presenta varios inconvenientes en relación a la administración sublingual, ya que como ácido ascórbico lo más seguro es que escueza la lengua.

El ascorbato por su parte tampoco constituye una opción, porque deja un sabor muy desagradable. No se qué tantas náuseas pueda provocar esta sal; pero de una cosa sí esto seguro, que comparado con las secuelas y los efectos secundarios de las quimioterapias y las radiaciones, todo el malestar que pudiera provocar una administración sublingual con ascorbato de sodio, le parecerá insignificante a cualquier enfermo con problemas de cáncer.
De acuerdo con lo anterior, parecería que la mejor vía para administrar megadosis de ascorbato de sodio es la intravenosa. Evidentemente, si no se necesitan dosis masivas, puede también administrarse oralmente (en cápsulas).

La factibilidad de la administración sublingual depende no tanto del proceso de fabricación del nutriente, sino de las características que lo hacen tolerable. Usted no va a poder soportar lo amargo de 2 gramos sublinguales de  semilla de Picralima nitida (Akuamma) en polvo; pero lo más probable es que hasta disfrute del sabor que esa misma cantidad de polvo de proteína de suero de leche va a dejar en su boca, una vez que ese complejo de aminoácidos sea absorbido por los capilares de la cara inferior de su lengua.

Son muy pocas las vitaminas o los minerales que se fabrican para ser administrados por la vía sublingual, porque las sustancias que se les añaden para inhibir su sabor, elevan su precio. Sin embargo, ello no significa que uno no pueda colocárselos debajo de la lengua para realzar su efectividad y conseguir el mismo alivio con una cantidad inferior a la que necesitaría empleando la vía oral. Uno puede «degustar» cualquier nutriente por la vía sublingual, y decidir si conviene o no ese modo de administración para ese suplemento en particular.

Recuérdese que no cualquiera puede optar por la vía intravenosa, ya que su aplicación requiere de personal calificado, implicando ello un gasto nada despreciable. La vía sublingual por su parte no precisa más que del uso del sentido común y de cierta disposición y actitud positiva de parte del enfermo.

Recetas progresivas para dividir el tratamiento en etapas de menor costo

Un tratamiento puede dividirse en etapas constituidas por recetas de menor costo, sin detrimento de la sinergia entre sus componentes. Cada tratamiento por lo regular comprende alrededor  de una docena de nutrientes, los cuales podrían dividirse en tres recetas de cuatro suplementos cada una. Si a usted le hubieran diagnosticado una fibromialgia por ejemplo, y no le alcanzara para solventar los gastos de un tratamiento compuesto de vitamina C, coenzima Q10, magnesio, niacina, aceites de linaza y cártamo (tópico), calcio, omega 3 y selenio, podría dividir este tratamiento en 3 recetas de 3 nutrientes cada uno, de la siguiente manera:

Receta/etapa I: Inicar con vitamina C, coenzima Q10 y niacina
Receta/etapa II: proseguir con calcio, magnesio y aceite de cártamo
Receta/etapa III: finalizar con aceite de linaza, omega 3 y selenio

Pudiera darse el caso de que al finalizar la etapa II, o incluso la I, usted se sintiera mejor o tal vez completamente aliviado(a), y de que no necesitara la receta de la siguiente etapa. Estimo que concediéndole un par de meses a cada etapa, usted va a estar en posibilidad de reducir el costo del tratamiento, o en todo caso, de completarlo con un esfuerzo económico mucho menor que si adquiriera los nueve nutrientes, porque como dije, cabe la posibilidad de que se sienta mucho mejor durante las etapas iniciales del tratamiento. Es menester desde luego saber cómo se deben agrupar los nutrientes para conservar la sinergia entre los mismos, o bien para asegurarse de que las combinaciones sugeridas van a producir más beneficios que problemas. Así, en el ejemplo anterior el calcio y el magnesio quedaron deliberadamente en un mismo grupo, al igual que la niacina y la vitamina C. En la segunda etapa, si el calcio no se acompañara de magnesio en una relación de 2:1, con el tiempo el paciente probablemente desarrollaría cálculos renales. En cuanto a la receta I, es un hecho que con ésta la niacina va a funcionar mucho mejor, porque se ha comprobado que la vitamina C es precursora de aquella. Asimismo, los efectos secundarios de la niacina disminuyen significativamente cuando se le acompaña con vitamina C.

Conclusiones

La medicina ortomolecular no es una pseudocencia, como muchos de sus detractores afirman, y muchos pacientes afectados de fibromialgia podrían comprobar ese hecho comparando los resultados que obtendrían con una receta alópata que pretendiera aliviar dicha iatrogenia (si es que la hay, porque a lo mejor su médico le ha dicho que la fibromialgia no tiene remedio), con el auténtico alivio que conseguirían aplicando la receta que he recomendado en esta entrega. Para ello, es necesario que usted conozca las dosis y las vías de administración correctas, porque si usted se toma todos esos nutrientes en dosis menores a las terapéuticas, difícilmente va a convertir su caso en uno de éxito.

En contraste con la medicina basada en fármacos, en donde la mayoría de éstos únicamente promete frenar el avance de las enfermedades crónicas, sin llegar a curarlas, la medicina ortomolecular está avanzando a pasos agigantados, debido principalmente a que administrar nutrientes en dosis terapéuticas precisas, más que una pseudociencia, es una tecnología que está aprovechando las técnicas de la inteligencia artificial y la accesibilidad de sus modos de administración, para realzar los efectos de aquellas sustancias que de manera natural forman parte de nuestro organismo, y que como tales, no solo controlan sus síntomas, sino que los alivian.

«Tienes que aprender a aprovechar la tecnología para poder usarla para cosas positivas sin estar desconectado de la naturaleza»…Talib Kweli
© Sergio López González. Fundación MicroMédix. 12 de diciembre de 2019


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Autor: micromedix

Sergio López González. Ing. en Informática Biomédica

8 pensamientos en “Avances en medicina ortomolecular de precisión

  1. Gracias maestro , la sabiduría y sensibilidad de su trabajo es digna de premio Nobel .

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  2. Hola que tal? Tengo fibromialgia y sindrome fatiga cronica. Tome en su momento, niacinamida, ya que no soporte los efectos de la niacina. Tome acido aeróbico pero me descomponia de el estomago o ntestinos, tambien coencima q 10, magnesio, el calcio lo deje porque me dijeron que no era bueno para las arterias. El inositol me generaba efectos de cambio de animo. Y no se bien 1 como tomar el acido ascorbico ya que via oral, quema. Y el resto? Que me sugiere para fibromialgia? Ahh tambien tome magnesio y poco tiempo omega tres de aceite de linasa. Pero no mejore de salud.

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  3. Estimado Sergio recientemente he descubierto el orotato de litio para mi problema de ansiedad con buenos resultados, te sugiero investigues sobre este nutriente.

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  4. saludos cordiales ,quisiera tener el articulo donde habla de la esquizofrenia , ,te lo agradezco de corazón ,sera de mucho bien estar ,te agradezco bendiciones y muchas felicitaciones.

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