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Piroluria: el fenotipo de esquizofrenia asociado al estrés oxidativo

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Entre un treinta y un cuarenta porciento de los pacientes con esquizofrenia se encuentran dentro del rango normal de niveles de histamina en sangre y por lo tanto, no pueden ser diagnosticados y tratados de acuerdo con los criterios establecidos para la histapenia y la histadelia. Muchos de estos pacientes se pueden identificar por la excreción de pirroles urinarios (factor malva), condición que ha sido designada en muchos tratados de medicina ortomolecular como piroluria.

La piroluria como factor de riesgo

La primera correlación entre pirroles urinarios y episodios de esquizofrenia la advirtió Payza en 1958. Al estudiar la psicosis experimental del LSD, Payza notó la aparición de este nuevo factor en la orina de algunos individuos sujetos a observación.
Más tarde, Irvine y Osmond descubrieron que los pirroles anormales eran excretados con frecuencia por pacientes afectados de esquizofrenia.
El factor malva fue identificado por Irvine en 1969 y Sohler confirmó en 1970 que se trataba del 2,4 dimetil-3-etilpirrol o criptopirrol, un producto anormal de la síntesis de hemoglobina [1].

Conforme esta sustancia circula en el cuerpo, éste va perdiendo tanto zinc como vitamina B6 , dando lugar a una doble deficiencia. El problema no es en sí el exceso de pirroles, sino que éstos se excretan junto con esos dos nutrientes. La presencia de pirroles en la orina no es algo que determine el desarrollo de una esquizofrenia o de algún otro trastorno psiquiátrico, sino más bien implica un factor de riesgo. Sería simplista sugerir que la piroluria es lo único que podría desencadenar una esquizofrenia, ya que existen pacientes con muchos desequilibrios bioquímicos. Habrá personas por ejemplo que presenten síntomas tanto de histadelia como de piroluria, y aunque ésta última se puede distinguir fácilmente a través de una prueba de orina, hay que verificar si existen otros desequilibrios bioquímicos, a fin de garantizar una completa recuperación.

Como sucede con los demás fenotipos, la piroluria suele aparecer entre los 15 y los 20 años de edad, que es cuando los adolescentes se ven afectados por muchas tensiones. El estrés que ejerce sobre ellos la elección de un nuevo trabajo, la vida en la universidad, las primeras experiencias sexuales y las disputas familiares, pueden combinarse con el desequilibrio bioquímico inherente a la piroluria y desencadenar una psicosis. La epigenética nos ayuda a prevenir las enfermedades y a influir en la expresión de los genes para modificar lo que antes se consideraba inalterable y predeterminado por la herencia genética.

Rasgos de personalidad pirolúrica

Hay varias características físicas y de comportamiento que nos pueden servir para identificar este fenotipo y determinar así los suplementos que más van a beneficiar al paciente. A continuación proporciono la lista completa de los síntomas y rasgos físicos que lo caracterizan:

1. Problemas para controlar el estrés
2. Niveles elevados de criptopirroles en orina
3. Susceptibilidad a las luces brillantes
4. Náuseas por las mañanas
5. Tendencia a saltarse el desayuno o a dedicarle demasiado tiempo
6. Piel muy reseca, pálida o muy sensible a la luz solar (se quema en lugar de broncearse)
7. Mal genio (irritabilidad)
8. Un historial de bajo rendimiento (sin logros importantes)
8. Dificultad para recordar los sueños o ausencia de los mismos (ausencia de vitamina B6)
9. Estrés oxidativo muy marcado
10. Problemas con la memoria de corto plazo
11. Tendencia a desvelarse
12. Predilección por los platillos muy condimentados o salados
13. Distribución de grasa corporal anormal
14. Rasgos faciales delicados
15. Cambios bruscos en los estados de ánimo
16. Problemas con la lectura
17. Tensión interna muy pronunciada
18. Infecciones frecuentes
19. Antecedentes de una o más enfermedades autoinmunes
20. Manchas blancas en la uñas de los dedos de las manos (deficiencia de zinc)
21. Problemas durante la etapa de crecimiento (déficit de zinc)
22. Ceja poblada
23. Estrías en la piel
24. Depresión muy severa
25. Miedo a viajar en avión, a los tornados, terremotos y siniestros en general.
26. Obsesiones con pensamientos negativos
27. Pubertad tardía
28. Orina oscura o de color malva (rojiza-púrpura)
29. Anomalías reportadas en un electroencefalograma
30. Encanecimiento prematuro
31. Periodos menstruales muy irregulares
32. Problemas con el desarrollo de los músculos
33. Aliento u olor corporal a fruta
34. Dolor en el área del bazo (lado izquierdo del abdomen)
35. Ansiedad muy marcada
36. Comportamiento histriónico
37. Dolores en las articulaciones
38. Dificultad para la cicatrización de las heridas
39. Psoriasis
40. Susceptibilidad a los ruidos fuertes

Si sus síntomas o rasgos coinciden con más de 12 de los que he enumerado, haría bien en contactarnos para que le ayudemos a determinar cuáles serían los nutrientes que usted o su ser querido tendrían que tomar para sentirse mejor.

© Sergio López González. Fundación MicroMédix. 8 de junio de 2022


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REFERENCIAS

[1] Carl C. Pfeiffer, Richard Mailloux and Linda Forsythe. The Schizophrenias: ours to conquer. Bio-Communications Press, 1970.


Autor: micromedix

Sergio López González. Ing. en Informática Biomédica

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