Norman Cousins (derecha) sentó las bases de lo que hoy se conoce como psiconeuroinmunología, cuando después de haber sido diagnosticado con una espondolitis anquilosante, pudo vencerla con dosis terapéuticas de vitamina C y megadosis de películas cómicas. Y no estoy bromeando para que usted comience a liberar endorfinas. Las propiedades terapéuticas tanto de las creencias potenciadoras como del buen humor y el efecto placebo, no eran del todo nuevas en la década de los sesentas; pero fue Cousins quien inquietó a la comunidad médica con sus «Principios de Autocuración: la biología de la esperanza»[1] y su «Anatomía Sigue leyendo