Este artículo tiene un carácter urgente, y como especialista en medicina ortomolecular, quiero aprovechar este espacio para ayudar a quien no ha encontrado todavía una alternativa para vencer al COVID-19 y que por ende, no sabe qué hacer en estos momentos tan apremiantes. En caso de que usted todavía no esté infectado, esté en riesgo de ser contagiado por un familiar o haya tenido contacto con alguien que haya dado positivo al COVID-19, en mi artículo anterior encontrará un tratamiento muy conveniente para fortalecer su sistema inmunitario. Pero si usted ya dio positivo al coronavirus o tiene los síntomas que caracterizan a esta enfermedad, por lo que más quiera no se alarme, este comunicado tiene como propósito difundir una solución que el gobierno de China dio a conocer recientemente con miras a que los médicos y habitantes de otros países sigan su ejemplo. Al momento de estar escribiendo estas líneas, esa nación ya contuvo el coronavirus y está ayudando a Italia a superar la crisis por la que está pasando. El índice de mortandad por coronavirus en China ya comenzó a descender desde hace aproximadamente una semana. Por favor, actúe de manera responsable y analice con cuidado la alternativa que en breve le voy a compartir.

Puede ir directamente al sitio de noticias del Journal of Orthomolecular Medicine (JOM) para constatar cómo China pudo superar su crisis, administrando vitamina C por la vía intravenosa a muchos enfermos. Estas no son falsas noticias (fake news); son noticias de fuentes fidedignas que usted debe conocer si quiere ser parte de la selección natural que va a tener lugar en los próximos meses.

La postura de la medicina basada en fármacos y vacunas

Los médicos alópatas prefieren ver morir a su pacientes, antes que darles vitamina C por cualquier vía. Esa es una realidad, no estoy siendo alarmista. Como el orgullo y la cerrazón en ellos pueden pesar más que su sensatez, sería muy ingenuo pensar que van a aceptar que uno les diga «inyécteme vitamina C por la vena doctor«, porque seguramente al escuchar eso, cualquiera de ellos espetaría: «¡usted no sabe nada de medicina, yo soy el único que sabe lo que hay que hacer en estas circunstancias». Y procediendo de esa manera, acaban haciendo nada, porque todavía no disponen de una bala mágica (fármaco) o vacuna que ponga un freno a esta pandemia.

El descubrimiento del siglo XXI que impactará sensiblemente la manera en la que practicamos la medicina

Afortunadamente ya existe una excelente alternativa, y es algo que usted mismo puede hacer incluso estando en cuarentena, sin necesidad de acudir a una clínica para que le inyecten ascorbato de sodio por una de sus venas. Me estoy refiriendo a la administración liposomal de vitamina C, cuya biodisponibilidad es muy cercana a la que se consigue con la opción intravenosa (IV). De manera que si los chinos salieron avantes con ascorbato de sodio intravenoso, el resto del mundo podrá arreglárselas muy bien con esta forma no invasiva de vitamina C liposomal.

A grandes rasgos, este modo de administración consiste en la elaboración de una solución compuesta de vitamina C, ya sea como ascorbato de sodio o como ácido ascórbico, mezclada de preferencia con lecitina de girasol (no de soya). La lecitina de girasol tiene la particularidad de encapsular a la vitamina C en diminutas burbujas llamadas liposomas, cuya función primordial es proteger a la vitamina C de las condiciones extremadamente ácidas del estómago, permitiendo que dicho nutriente se una al torrente sanguíneo rápida y eficientemente (como me urge publicar este comunicado, los detalles de la tecnología que está detrás de esta relativamente nueva vía de administración, los estaré dando a conocer en un artículo posterior).

Así las cosas, para salir bien librado de esta pandemia, o cuando menos para aumentar la probabilidad de sobrevivir a la misma, puede administrar ascorbato de sodio o ácido ascórbico por la vía de administración liposomal. Si usted se encuentra en un país en donde es posible conseguir rápidamente este tipo de vitamina C (liposomal), adquiera un par de frascos ahora mismo,  vía Amazon, eBay, Mercado Libre o donde pueda y como pueda, y tómese entre 1,000 y 1,200 mg tres veces al día o más, si así lo indicara el fabricante del producto en cuestión. Procure seleccionar un producto que además de vitamina C, contenga lecitina de girasol (izquierda), no de soya.

En caso de que no encuentre la de girasol, elija aquella marca que use lecitina de soya, asegurándose de que ésta no haya sido genéticamente modificada (alimento del tipo NO-OGM, por sus siglas en inglés). En cualquiera de esas dos opciones (soya o girasol), una vitamina C liposomal suele ser costosa en el largo plazo, y si usted no dispone de suficientes recursos, puede ser que prefiera elaborarla en su domicilio. Si no está dispuesto a estar comprando reiteradamente este tipo de vitamina, o si no la encuentra en ninguna parte, en el apartado que sigue explico cómo puede usted aprender a encapsular la vitamina C en liposomas, así como su modo de administración: cada cuándo tomarla, a qué hora tomarla y en qué dosis.

¿Y qué hace uno si no encuentra en ninguna parte la versión liposomal de la vitamina C?

No se confunda, no se trata de mezclar lecitina de girasol y polvo de vitamina C en una licuadora y ya. Si no encuentra este tipo de vitamina C en las tiendas naturistas de su localidad o en el comercio electrónico, contáctenos para que en cuestión de una o dos horas (dependiendo de dónde se encuentre), le demos la capacitación que necesita para que usted mismo la prepare en su domicilio (ideal para aquellos que se encuentran en cuarentena). A través de Skype o vía Facebook-Messenger, nosotros le explicaremos paso a paso el procedimiento a seguir para elaborar el tipo de vitamina C liposomal. Previo al curso, le estaremos enviando por paquetería todo el material y el equipo necesarios para que pueda seguir este tratamiento. Asimismo, si puede conseguir manganeso y la mayoría de los nutrientes que recomendé en «Defiéndete del coronavirus reforzando tu sistema inmunitario«, estará aumentando las probabilidades de que la naturaleza lo seleccione. No se desanime y sobre todo, no crea a pie juntillas todo lo que un médico alópata le diga. No me gusta generalizar; pero la pulquérrima bata blanca no siempre es una garantía de que usted está en buenas manos; detrás de ella suele esconderse mucha cerrazón y bastante petulancia, una combinación que valdría la pena evaluar sin endiosamientos, pues un análisis objetivo de la situación podría significar la diferencia entre la vida y la muerte:

«Algunos médicos preferirían esperar y ver a sus pacientes morir en lugar de usar ácido ascórbico. La vitamina C debería administrarse al paciente mientras los médicos reflexionan sobre el diagnóstico» … Frederick R. Klenner, MD, especialista en tórax.

© Sergio López González. Fundación MicroMédix. 19 de marzo de 2020

---

Cómo convertir la vitamina C convencional en liposomal

---