¿Qué se entiende por epifanía, destello de lucidez, o momento eureka?

En un ensayo de corte científico, Jung-Beeman y otros colaboradores [1] definen una epifanía (insight) como la toma consciente de esa reacción que acostumbramos expresar con un ¡ajá!, al momento de dar con la solución a un problema, que además de llegar a la mente de súbito, parece obvia después de todo. Algunos traductores interpretan el insight como un destello de lucidez: ese instante al que muchos llaman momento eureka y que puede sucederle a cualquiera, en cualquier parte y a cualquier hora del día o de la noche; en la ducha, dando vuelta a la esquina, al estarse afeitando, al subir al camión, etc. Y pese a que en la definición anterior no se ha hecho alusión al concepto de creatividad, fueron los investigadores del Centro de Estudios Avanzados del Lenguaje (CASL) de la Universidad de Maryland [2], los que buscaron formas de medir la creatividad, estimulando el pensamiento divergente de varios alumnos de dicha universidad.

Basándose en lo que el grupo de trabajo de Beeman descubrió durante el ensayo recién citado, los investigadores del CASL fueron más allá, al demostrar que el pensamiento divergente de una persona mejoraba después de someterse a un entrenamiento cerebral con neurorretroalimentación (neurofeedback). Ya en otra parte de este mismo portal comenté a muy grandes rasgos, lo que Arthur Koestler considera un acto creativo [3]. Para este activista político, historiador, novelista y filósofo social, las personas creativas poseen una gran habilidad para conectar información aparentemente no relacionada, que es la característica distintiva del pensamiento divergente.

Las asociaciones remotas y el análisis de usos alternativos son tareas que se usan par medir la creatividad

Una mente creativa permite combinar conceptos enclavados en contextos que la mayoría percibe como disímiles, para innovar procesos y productos en una esfera de actividad. Koestler llama a esta capacidad principio de bisociación, y es a través de este fenómeno como muchos genios pudieron cambiar el rumbo de la historia, en especial aquellos que se vieron afectados por un trastorno de personalidad (véase «El lado amable de la esquizofrenia: la creatividad«).

Pero independientemente de si la creatividad es inherente o no a una mente escindida, como alguna vez la concibió el psiquiatra suizo Eugen Bleuler, los psicólogos de hoy están usando tres tipos de exámenes para medirla: el análisis de usos alternativos (AU), la prueba de asociaciones remotas (RAT, por sus siglas en inglés) y una variante de esta última conocida como asociaciones remotas compuestas (del inglés: compound remote associates, o CRA). El propósito de examinar los usos alternativos de un objeto en particular, es ponderar la originalidad de una idea, y el de las otras dos pruebas, el de estimular el pensamiento divergente. Así, el pensamiento divergente es el tipo de capacidad cognitiva que permite encontrar soluciones alternativas para un problema, valiéndose de asociaciones remotas o poco convencionales (bisociaciones).

La solución alternativa que encontré para desinflamar una próstata con arcilla no constituyó precisamente un descubrimiento en el sentido estricto de la palabra; pero hablando en términos de lo que debemos entender por bisociación, sí que representó una solución para uno de mis pacientes. La solución a un problema puede no ser del todo original y aun así representar un parte aguas para quien está buscando algo diferente a lo que nunca le ha funcionado. Afortunadamente, las cosas suelen ser así en el ámbito de la salud, pues acá lo que importa no es tanto si la idea es nueva o no, sino descubrir lo que realmente funciona. En el próximo artículo daré a conocer la estrategia que uso en mis seminarios para encontrar bisociaciones entre dos esferas de actividad ciertamente disímiles y que, por consiguiente, suelen enriquecer el proceso creativo.

Ráfagas de actividad cerebral que anuncian la llegada de una epifanía

Basándose en la hipótesis del pensamiento divergente, Jung-Beeman y sus colaboradores registraron en un electroencefalograma (EEG) la actividad eléctrica de los estudiantes que acudieron a su ensayo, con miras a valorar qué tanta creatividad podría haber en el grupo. Dichos participantes convinieron en que indicarían cuándo una respuesta a uno de los problemas planteados durante una prueba tipo CRA, había surgido como una epifanía. El hallazgo más notable del experimento fue que medio segundo antes de una respuesta asociada a una epifanía, el EEG mostraba una ráfaga en la banda de frecuencias gama (39 Hz) sobre el lóbulo temporal derecho. En contraste con este suceso que parecía vaticinar una epifanía, las respuestas atribuidas al razonamiento lógico no eran precedidas por ninguna ráfaga de ondas gama.

Aun más interesante fue el hecho de que esa ráfaga era a su vez precedida por otro estallido de la banda alfa (entre 8 y 12 Hz) en el electrodo identificado como PO8 (parietal-occipital derecho). Algunos teóricos relacionan la creatividad con las ondas theta e incluso con otras bandas de muy baja frecuencia; sin embargo, la hipótesis del filtro alfa 3-beta 1 y el ensayo de Beeman no solo están mejor documentados, sino que se sustentan mutuamente, y  es por eso que me inclino a pensar que los destellos de lucidez pueden provocarse intencionalmente, siguiendo el procedimiento que describo más adelante en el apartado «Las cuatro etapas del proceso creativo».

Por el momento me limitaré a decir que en estado de vigilia, una mente escindida (esquizofrénica) probablemente delirará y/o alucinará mientras se encuentre funcionando por debajo de la frecuencia de corte inferior del filtro alfa 3-beta 1. Esa misma mente, precisamente por estar escindida, estará en posibilidad de generar epifanías toda vez que durante sus ratos lúcidos, ponga su cerebro a trabajar (véase el apartado que sigue). Por si no quedó claro, repito: para no experimentar alucinaciones ni delirios, los pacientes con esquizofrenia deberán abstenerse de entrenar su cerebro con frecuencias inferiores a los 12 Hz (para una estimulación correcta, véase: «Estimulación acústica binaural como terapia complementaria para la esquizofrenia«).

La clave está en poner el cerebro a trabajar en la banda beta 1

Y si Beeman y sus colegas (ob. cit) están en lo correcto, cabe la posibilidad de que un cerebro entrenado con neurofeedback produzca una epifanía después de haber estado trabajando en un problema cuya solución aún no se vislumbra. Y lo que aquí hay que vislumbrar es que para generar epifanías uno tiene que poner su cerebro a trabajar. Buda alcanzó la iluminación sin neurofeedback; pero seamos realistas, la mayoría de los mortales tendremos que apoyarnos en esta tecnología, si realmente queremos  innovar en nuestra esfera de actividad. Quiero pensar que tanto usted como yo necesitamos darle muchísimas vueltas a un asunto, antes de encontrar esa idea que revolucionará el mercado, las artes, la industria, o cualquiera que sea el campo del saber en el que nos desenvolvemos.

El estar inmersos en un problema cuyo grado de dificultad demanda una gran concentración para resolverlo, hace que nuestro cerebro trabaje al ritmo de las ondas beta. Específicamente, desearíamos que este ritmo estuviera dentro de la parte lenta de la banda beta, o sea , la banda beta 1 que va de los 14 a los 19.5 Hz aproximadamente (15–18 Hz según Chapin & Chapin [4]). ¿Y por qué precisamente beta 1?, se estará  usted preguntando. A este respecto, Chapin & Chapin comentan: «En general, durante el entrenamiento con neurofeedback, se inhiben las ondas cerebrales bajas, como delta y theta baja, y las ondas cerebrales altas, como beta alta, mientras que se recompensan las ondas cerebrales moderadas, como theta alta, alfa, SMR y lobeta. Como se señaló anteriormente, la onda cerebral alta de gamma también suele ser recompensada«. Para los Chapin, lobeta es la contracción de las palabras low beta, que significa beta baja. Cabe señalar que las frecuencias que comprende la beta baja son prácticamente las mismas que el autor de este ensayo usó al formular la hipótesis del filtro «alfa 3-beta 1» (12/13-20 Hz).

¿Y por qué la beta alta se inhibe generalmente en una neurorretroalimentación? Porque se ha observado que «las elevaciones de beta entre 19 y 21 o 20 a 23 Hz están relacionadas con la ansiedad, la intensidad emocional, los pensamientos obsesivos y la pasividad, mientras que las elevaciones de beta entre 24 y 36 Hz están relacionadas con la preocupación, la rumiación mental, la inquietud, la hipervigilancia y el estrés» [5]. En contraste con esta beta rápida (beta 2),  la beta lenta (beta 1) se distingue por sintonizar al cerebro en un estado de concentración apropiado para la solución creativa de problemas. Esto último es lo que yo entiendo por poner el cerebro a trabajar.

Usted no va a producir absolutamente nada que valga la pena viendo televisión, moviendo palanquitas para convertirse en un experto en videojuegos, o contemplando pasivamente videos en YouTube, TikTok y otras redes sociales por el estilo. Y en una sesión de neurofeedback lo puede usted confirmar. «Con la creciente popularidad del entretenimiento electrónico, incluidos la televisión, los videojuegos, las computadoras y los teléfonos celulares», afirman los Thompson, «los niños y los adultos que pasan más de 1 a 2 horas al día con ellos también experimentan un descontrol significativo de sus niveles neurológicos» [4], [5]. En palabras llanas, lo que los Thompson nos están queriendo decir es que más de 2 horas diarias de entretenimiento electrónico, embrutecen a cualquiera.

Las cuatro etapas del proceso creativo

De manera que si usted trabaja en un ambiente empresarial que requiere de ideas creativas para innovar productos y/o servicios, o es propietario de un negocio que necesita ser reinventado, lo mejor que le puedo recomendar es poner primero su cerebro a trabajar en el rango beta 1 (15–18 Hz), en donde usted se concentrará en la solución del problema (ver figura 1). En una tercera etapa usted conducirá su cerebro al estado de incubación, en donde éste quedará sintonizado en la banda alfa: entre 8 y 12 Hz en la mayoría de los casos, y entre 12 y 13 Hz en caso de un diagnóstico de esquizofrenia. Por último, su cerebro necesitará ser arrastrado hacia la banda gama (39-40 Hz) para producir la chispa que encenderá ese momento eureka tan anhelado.

¿Qué como se hace esto? Creo que la mejor manera de propiciar el pensamiento divergente para estimular la creatividad, es combinar las escuchas binaurales con la neurorretroalimentación. Al parecer, las escuchas binaurales por sí mismas no bastan para producir epifanías, porque de acuerdo con el Dr. Gerald Oster, el cerebro no es capaz de sintonizar con un tono que ha sido generado a partir de dos frecuencias cuya diferencia aritmética es mayor a los 30 Hz. Así por ejemplo, 440 Hz en el oído izquierdo y 401 Hz en el derecho darían como resultado un tono binaural de 39 Hz; pero eso no garantiza que el cerebro las vaya a percibir como un solo tono.

Oster lo tenía muy claro: «Los tonos rápidos, de hasta aproximadamente 26/seg, se pueden escuchar cuando las frecuencias utilizadas para producirlos son de alrededor de 440 Hz […] Cuando el intervalo supera aproximadamente los 30 Hz, se escuchan dos tonos.» [6]. Y cuando el cerebro percibe dos tonos distintos, el efecto de arrastre (entrainment) supuestamente se pierde, y con él, el estímulo que este órgano necesita para experimentar el destello de lucidez que, de acuerdo con Beeman (ob. cit.), es propio de la banda gama. Los señalamientos de Oster desde luego no fueron escritos en piedra, así que no descarte la posibilidad de conseguir una epifanía, después de haber pasado por las tres primeras etapas del proceso creativo y de haber escuchado un tono de 39/40 Hz.

No pierde nada con experimentar. Una cosa más antes de seguir con el siguiente apartado: no espere la llegada del descubrimiento (epifanía) inmediatamente después de su primer experimento. El destello puede llegar una hora después, al día siguiente o incluso tiempo después del segundo, tercero o quinto intento. Recuerde que su cerebro se está entrenando y que este proceso podría tomar semanas, antes de comenzar a producir sus primeros frutos.

Lo bueno de la escucha binaural es que además de no ser invasiva, está exenta de reacciones adversas. Solo hay que procurar no pasar demasiado tiempo en la banda gama (en la tabla de la figura 1 se ha sugerido dedicarle 5 minutos como máximo a la etapa de descubrimiento), pues al igual que en la beta 2, su abuso podría dar lugar a ciertos estados de excitación (ansiedad, preocupación, estrés, etc.). Es por ello y otras razones que hemos decidido convocar un seminario.

Seminarios de estimulación acústica binaural para experimentar al menos una epifanía

Si usted es un innovador, un inventor, un emprendedor, o dirige un negocio que ya no puede subsistir sin ser reinventado, puede ser que le venga bien asistir a los seminarios que estamos preparando, a efectos de innovar lo que sea que usted esté desarrollando. A lo largo de los 6 talleres de los que consta el seminario, usted estará entrenando su cerebro durante una semana, hasta que experimente al menos una epifanía. Harán falta unas 12 sesiones de 40 minutos de estimulación acústica binaural, para dar con esa nueva aplicación, ese servicio que le dará un nuevo giro a su negocio o esa idea que le cambiará la vida. El primer taller se imparte en línea sin ningún costo; pero por favor consígase unos auriculares de buena calidad, así como un dispositivo para conectarse a Skype.

“Ser un genio, en realidad, significa poco más que tener la facultad de percibir las cosas de una manera distinta”… William James
© Sergio López González. Fundación MicroMédix. 16 de febrero de 2024.

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REFERENCIAS

[1] Jung-Beeman, M., Bowden, E. M., Haberman, J., Frymiare, J. L., Arambel-Liu, S., Greenblatt, R., et al. (2004). Neural activity when people solve verbal problems with insight. PLoS Biol, 2(4), E97.
[2] «Thinking Out of the Box» Through Cognitive Neuroscience. The Next Wave. The National Security Agency’s Review of Emerging Technologies. Vol. 18 No 1-2009; págs 15-16)
[3] Koestler, A. 1964. The Act of Creation. Hutchinson
[4] Chapin T. & Chapin L.A. (2014). Neurotherapy and Neurofeedback. Brain-Based Treatment for Psychological and Behavioral Problems. Routledge. New York, NY.
[5] Thompson, M., & Thompson, L. (2003). The neurofeedback book: An introduction to basic concepts in applied psychophysiology. Wheat Ridge, CO: The Association of Applied Psychophysiology and Biofeedback
[6] Oster G. Auditory beats in the brain. Sci Am. 1973 Oct;229(4):94-102.

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