Terapias Naturales

Recetas, suplementos, microdosis y escuchas binaurales

Automedicación con microdosis responsable y sin riesgos

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La automedicación ha sido hasta ahora un asunto muy controvertido, pues su práctica compromete hasta cierto punto la seguridad de nuestra salud. No obstante, hay veces en las que un trastorno puede estar empeorando y en las que por más que uno siga consultando médicos, las cosas siguen igual. Con todo, es la salud la que está en juego y si aunado a ésto uno no cuenta con los recursos tanto económicos como de seguridad social para hacer frente a esta situación, es indispensable recurrir a una medicina alternativa.

Una alternativa a las prácticas deshonestas del ejército farmacéutico y sus soldados de bata blanca

Vale decir, que así como los profesionales de la salud juegan al «conejillo de indias» con sus pacientes, cada quien también puede experimentar consigo  mismo, responsablemente y sin riesgos, con métodos medicinales más holísticos, esto es, aquéllos que combinan la medicina natural y las plantas medicinales, con los fármacos habituales suministrados en dosis inofensivas (microdosis), que no causan efectos secundarios.
Aunque no se verifique en todo y para todos, una buena parte del sistema tradicional de salud está más preocupado por las jugosas ganancias de su industria farmacéutica, que en mejorar la salud de sus pacientes.

Ese mismo sistema de salud, ha fomentado que uno tenga en un pedestal a esos señores de bata blanca, a quienes no se les puede contradecir y cuya opinión, consejo y «sabiduría» hemos sobrestimado en grado máximo. Pero hay buenas noticias. Como sucede con los demás aspectos de la vida, uno puede adoptar las bondades de un sistema y renunciar a aquellas otras cosas que lo perjudican, con el fin de confeccionar una estrategia que sea compatible con su sistema de creencias. Y sobre todo que le funcione.

Indiscutiblemente, para un caso de emergencia o accidente en el que la vida misma se ve comprometida, lo más indicado, sensato y sobre todo sano, es acudir de inmediato al hospital más cercano de la localidad. Cuando éste no sea el caso,  usted podría hacerse responsable de su propia salud sin correr riesgos, convirtiéndose así en un e-paciente autónomo. Podría consultar a un especialista para tener un diagnóstico confiable de su padecimiento y  automedicarse después con una o más microdosis de plantas medicinales, llamadas así porque se trata de dosis muy pequeñas e inofensivas (dos o tres gotas) de fitomedicamentos que usted deposita sobre su lengua y de manera periódica, con la finalidad de poner en marcha un mecanismo de acción neuro-hormonal.

El Dr. Eugenio Martínez Bravo, profesor emérito de la Universidad Autónoma de Zacatecas, ex-investigador mexicano y creador de esta forma de medicina natural, lo explicó de la siguiente manera:
«Las gotas de microdosis estimulan las terminaciones nerviosas del gusto en la lengua, recorren por vía nerviosa al hipotálamo y de ahí a la corteza cerebral, desde donde las señales nerviosas descenderán hasta las terminaciones efectoras curativas».

Como cabría esperar, los médicos  van a tratar de descorazonarnos y convencernos de que ellos son los únicos que están calificados para prescribir un determinado fármaco, y que la automedicación nos puede acarrear problemas. Pero estando bien informados y sabiendo que no vamos a correr ningún riesgo gracias a la forma tan peculiar de actuar de esta técnica, podemos asumir la responsabilidad de nuestra propia salud y automedicarnos con microdosis de plantas medicinales. Nosotros somos los auténticos dueños de nuestro cuerpo, y debemos reservarnos el derecho de tomar la decisión de qué hacer con él.

Cómo me deshice de una prostatitis crónica con microdosis de nitazoxanida, plantas medicinales y nutrientes en dosis terapéuticas

Comenzaré entonces por relatar mi caso, una prostatitis crónica que se estaba convirtiendo en la peor de mis pesadillas. Como podrá imaginar, había consultado varios médicos y probado unos cuantos tratamientos sin haber conseguido alivio alguno, hasta que gracias a  una casualidad y un esfuerzo considerable de mi parte, descubrí que «la prostatitis crónica puede ser tratada con nitazoxanida» .

NTZLa Nitazoxanida es un fármaco alopático que dista mucho de ser un fitomedicamento, tal como lo expenden en la farmacia de la esquina. No obstante, después de minuciosas y exhaustivas deliberaciones (véase el vínculo inmediato anterior),  comencé a tomar la Nitazoxanida y mis síntomas mejoraron.
Pasado el tiempo experimenté una regresión, ya que mis síntomas nuevamente comenzaron a presentarse, aunque con una intensidad menor. Puesto que esto me intrigaba demasiado, inicié una nueva investigación, esta vez relacionada con una teoría (que no es mía por supuesto) que postula que chicaloteen los casos crónicos y renuentes de algunas enfremedades como la prostatitis, existe la posibilidad de que algunos microorganismos se organicen para construir una capa sobre el órgano afectado, a la que llaman «biopelícula» y que tiene la particularidad de bloquear la acción terapéutica de los medicamentos. Con el afán de poner a prueba dicha hipótesis, recurrí a la herramienta que uso para extraer conocimiento de la literatura biomédica (Arrowsmith) y busqué una sustancia herbolaria que no interaccionara de manera adversa con la Nitazoxanida (NTZ) y que al mismo tiempo arremetiera contra la supuesta biopelícula. Fue así como encontré la berberina, un alcaloide que se encuentra en algunas plantas medicinales como el agracejo, el sello de oro y el chicalote (izquierda), ésta última originaria de México.

Apoyándome de ese nuevo conocimiento, decidí tomar cápsulas de 500 mg. de sello de oro con extracto estandarizado al 5% de berberina para ayudar a eliminar la biopelícula y así facilitar la labor de la Nitazoxanida.
Anteriormente había estado tratándome con dosis convencionales de nitazoxanida (no con microdosis), y aunque había mejorado notablemente, al cabo de un tiempo los síntomas regresaban, en especial, el dolor pélvico.

Después de haber considerado la berberina como posible coadyuvante, tomé dos cápsulas de extracto de sello de oro al día por tres semanas antes de comenzar con la Nitazoxanida, misma que en esta ocasión tomé por 6 días. Los resultados fueron si no extraordinarios, sí bastante satisfactorios, pues mi organismo reaccionó mejor que cuando tomaba la Nitazoxanida sin la ingesta previa del sello de oro. La única precaución que debí tomar durante el tratamiento de la berberina, fue tomarme la presión unas dos veces por semana a fin de estar vigilante, pues algunas fuentes de información de reconocido prestigio así lo recomiendan.

Con la nitazoxanida procedí de manera análoga, ya que tampoco se trataba de microdosis, así que revisé en la literatura biomédica las contraindicaciones correspondientes y  no encontré ninguna razón de peso para no proseguir con mi estrategia. Sólo experimenté ligeros dolores abdominales y una que otra diarrea sin mayores consecuencias.

El secreto detrás de la curación: la individualidad bioquímica

microdosisAsí es como se crea una terapia inteligente e individualizada para curar una determinada enfermedad, padecida por un individuo único e irrepetible y perfectamente documentada.
Se trata de una forma de medicina natural que debe ser adaptada a cada individuo, y no al revés, como se practica en el sistema de salud dominante, en donde el individuo debe adaptarse a un tratamiento que en principio le funciona a todos. Cada organismo es diferente y por lo tanto, cada terapia debe considerar la individualidad bioquímica del mismo. De no ser así, las indicaciones típicas de la medicina natural para la prostatitis (serenoa repens o saw palmetto) me habrían funcionado a mí desde un principio, lo cual no fue así. Independientemente de cómo me fue a mí con el saw palmetto, existe mucha evidencia en la literatura biomédica sobre la ineficacia de éste como agente terapéutico en la prostatitis crónica tipo III (CPPS, por sus siglas en inglés: Síndrome de Dolor Pélvico Crónico).

Tratamiento holístico: integrando todo en una sola receta

receta para la prostatitisHabiendo integrado a la microdosis de Nitazoxanida, algunas otras como la cola de caballo, la gayuba, la sangre de drago y la moringa, así como otros nutrientes ortomoleculares, puedo decir que he vencido a la prostatitis y todas las molestias asociadas a ésta. Con dosis terapéuticas de carbonato de magnesio, vitamina C, proteína aislada de suero de leche, ácido alfalipoico y zinc, gozo ahora de una calidad de vida que hace unos cinco años me hubiera parecido un sueño. Los resultados de mi investigación los resumí en la Receta para la prostatitis crónica que aparece a su izquierda (puede pulsar en el vínculo o sobre su imagen para descargarla). Para mayor información sobre mi caso, puede consultar mi artículo intitulado «Terapia Alternativa para la Prostatitis Crónica y la HPB«.

© Sergio López González. Fundación MicroMédix. 13 de octubre de 2012


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Autor: micromedix

Sergio López González. Ing. en Informática Biomédica

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