Terapias Naturales

Recetas, suplementos, microdosis y escuchas binaurales

Medicina ortomolecular y alimentos para el dolor y la cura de la artritis

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artritisEncontrar una receta para la cura de la artritis reumatoide, implica enfocar la atención en el sentir de los pacientes. Ese sentir en los medios sociales de salud 2.0 se puede consensuar con una herramienta como la que se muestra en la imagen adjunta. Lo que hice fue identificar las palabras clave que mejor recogen la opinión de los visitantes de varios sitios que Google considera autoridades en medicina natural para la artritis reumatoide. A partir de la nube de palabras que obtuve, concluí que los aspectos que más preocupan a los pacientes con este tipo de artritis, son:

1) El dolor que esta enfermedad está produciendo en sus articulaciones
2) Los alimentos que deben evitarse
3) Comprobar si existe una cura.

Una primera aproximación: las buenas prácticas nutricionales

doloresBasándome en la extracción de contenido generado por lo usuarios en otras redes sociales, me concentré en entender cómo es que algunos alimentos atacan el sistema inmune de las personas que son sensibles a los mismos, y llegué a la conclusión de que una dieta y una medicina ortomolecular (nutrientes en dosis terapéuticas), es todo lo que se necesita para desinflamar y eliminar el dolor. No ha sido fácil hallar una solución a un problema que la medicina alopática se ha empeñado en calificar como incurable, pues ya parece ser más la norma que la excepción, el escuchar de boca del médico a cargo, aquello de que «su enfermedad no tiene cura. Lo más que puedo hacer por usted es controlar sus síntomas».

AlimentosEso es lo que el ejército farmacéutico y las escuelas de medicina les han dicho a sus soldados de bata blanca, para mantener a sus clientes cautivos, en una ingeniosa trampa de farmacodependencia. La buena noticia es que hay quienes no se dejan engañar y se curan siguiendo una dieta de exclusión de alimentos. Los e-pacientes y los guerreros biomédicos nos han estado poniendo el ejemplo desde hace tiempo, y es a este nuevo enfoque característico de los medios sociales de Salud 2.0, al que voy a recurrir aquí para darle solución a la artritis reumatoide. A continuación voy a citar cuatro casos de éxito en los que sus protagonistas no se rindieron ante la cerrazón de los médicos que consultaron.

Estos guerreros biomédicos dieron con una excelente solución sin depender más del metotrexato, la minociclina, el indocin, o de los típicos fármacos anti-inflamatorios no esteroideos (NSAIDs, por sus siglas en inglés). Más adelante complementaré las buenas prácticas nutricionales extraídas de esos casos, con una receta de medicina ortomolecular que usted podrá descargar para recuperarse en un tiempo mucho menor del que le tomaría si solo siguiera una dieta de exclusión de alimentos alérgenos, que es la estrategia que usaron esos e-pacientes en sus respectivos casos.

Mina Yun y la prueba de detección de alérgenos

reumatoideEl caso de Mina Yun (derecha) es quizás el más aleccionador de todos [1], porque nos deja claro cómo ahorrar tiempo, sometiéndose a una prueba de detección de alérgenos llamada IgG, que revela la presencia de un anticuerpo conocido como Inmunoglobulina G. Patrick Holford y Susannah Lawson [2] se refieren a esta prueba como IgG ELISA, que es la que yo recomendaría para identificar los alimentos que ocasionan inflamación en las articulaciones. El descubrimiento de esta conexión entre las alergias y la artritis reumatoide no es nueva. Hay fuentes muy confiables en donde se puede comprobar la evidente correlación entre las alergias y muchas enfermedades, incluyendo por supuesto a la artritis ([3], [4], [5] y [6]). Cabe señalar que hay otra prueba que detecta alimentos como los mariscos y los cacahuates, que producen reacciones anafilácticas que se manifiestan típicamente como erupciones y ronchas en la piel, asfixia; inflamación de la cara, la garganta, los labios y la lengua; un rápido descenso de la tensión arterial, mareo, ronquera y afonía.

Esa no es la prueba que usted se haría si padeciera de artritis reumatoide, dado que en este caso, el objetivo es detectar la presencia del anticuerpo conocido como inmunoglobulina E (IgE). Ambas pruebas se basan en la premisa de que algunas personas que padecen de síndrome de intestino permeable, son sensibles a algunos alimentos que para ellas se comportan como antígenos, esto es, moléculas capaces de producir una respuesta del sistema inmune mediante la activación de anticuerpos. Así, el objetivo de estas pruebas es detectar el tipo de anticuerpo que está atacando al organismo, tratando de aniquilar al antígeno en cuestión. En el caso de la artritis, nuestro objetivo entonces será detectar el de tipo G. Fue con este tipo de análisis que Min Yun se enteró de que debía excluir de su dieta todos los lácteos y los huevos. Al cabo de dos semanas, comenzó a sentir menos molestias en sus manos, y a los 9 meses, según lo comenta en su página, el dolor había desaparecido.

Los alimentos problema en el caso de Eileen Laird

dolorEileen Laird optó por un método diferente para detectar la intolerancia a los alimentos, que consiste en excluir de la dieta, los que se sospecha pueden ser los causantes del problema, o bien aquellos que empíricamente se sabe «tienen fama» de ser proinflamatorios. Aunque esta opción es evidentemente más económica que una prueba tipo IgG,  representará siempre un mayor sacrificio y dedicación por parte del enfermo, ya que además de tener que lidiar con el dolor por más tiempo, necesitará experimentar con su sistema inmune probablemente en varias ocasiones, para determinar con exactitud los alimentos que lo están perjudicando.
Cada intestino tiene una permeabilidad muy particular, según la edad, el género, la genética, el nivel de estrés al que está sometido, la situación geográfica, la etnia, y sobre todo, los hábitos alimenticios de cada individuo. De ahí que no exista una dieta o una fórmula que funcione para todos, y de ahí que resulte complicado poner en práctica este método, según se infiere al analizar con detenimiento el caso de la Sra. Laird.

Ella ha padecido de artritis desde el 2012, y como en casi todos los casos, su dolor se fue agravando paulatinamente hasta que resolvió ir a la Internet en busca de ayuda. En la mayoría de los sitios que visitó, advirtió que los expertos respaldaban la hipótesis de que la nutrición actúa como medicina, y de que lo mejor que puede hacer un enfermo de artritis, es comenzar a descartar algunos alimentos de su dieta.
Usted podría consultar varias fuentes ([6], [8] y [9]) para saber cómo se procede en al menos una de las dietas que ahí se describen; pero me gustaría ahorrarle ese trabajo, ofreciéndole una guía muy práctica que contiene lo esencial del método de exclusión de alimentos, que es en el que está basado este segundo caso de éxito, y que es independiente del nombre que se le haya dado a la dieta (GAPS, paleo, Wahls, oligoantigénica, etc.).

Guía práctica para eliminar alimentos de la dieta

curaLo que hacen las dietas de eliminación es descartar varios alimentos sospechosos para determinar cuáles podrían estar causando el dolor o empeorando sus síntomas. La dieta también podría resultarle útil para observar y controlar otros síntomas diferentes a los de la artritis, que esos mismos alimentos podrían estarle ocasionando, como sería el caso de un asma, una migraña, un dolor abdominal, una ansiedad, una depresión, una hiperactividad, o tal vez los delirios y las alucinaciones provocadas por una esquizofrenia ([8] y [9]).
No le sorprenda que los alimentos que come con más frecuencia o que más le gustan, sean los que le estén afectando.

El proceso de eliminación de alimentos implica básicamente dos aspectos:

1. Selección inicial de los alimentos potencialmente dañinos y que se deberán evitar.

postresDurante al menos 2 semanas (es el tiempo en el que normalmente los síntomas desaparecen), excluya de su dieta todos los productos que contengan gluten y azúcar, así como los lácteos y los estimulantes (alcohol, café, tés y el cigarro). Entiéndase por azúcar, además de la refinada, todos los pasteles, chocolates, postres, dulces, helados, nieves, refrescos embotellados, etc. Todos los productos elaborados con trigo contienen gluten, como el pan, las harinas, los cereales empaquetadosgluten, las galletas y las pastas de todo tipo. Entiéndase por lácteos la leche de vaca y sus derivados, como los quesos, las cremas, el yogurt y cosas por el estilo. Tenga en cuenta que la dieta no es para siempre y que es muy probable que los síntomas empeoren en la primera semana. Esto no es una señal para renunciar a la dieta. Algunos alimentos podrían estar ocultándose como ingredientes de otros alimentos, por lo que habrá que leer las etiquetas cuidadosamente. Lo mejor que puede hacer durante esta fase, es preparar sus alimentos en casa y seleccionar productos que no hayan sido procesados, empaquetados o envasados.

2. Una estrategia de prueba y error.

2.1 Si sus síntomas no han mejorado en 2 semanas, excluya ahora alguno de los alimentos que aparecen en la lista que sigue, y continúe con esta nueva dieta de exclusión, durante otras dos semanas. Es poco probable que esta táctica de prueba y error tenga que repetirse más de dos o tres veces , pues por lo general, eliminar al principio el gluten, los lácteos, el azúcar y los estimulantes, da buenos resultados. No obstante, recuerde que cada intestino es diferente, y que usted puede ser sensible a algunos de los siguientes alimentos.

Alimentos considerados comúnmente como alérgenos:

-Huevos – Cítricos (naranja o limón) – Carne de cerdo – Carne de res – Chocolate – Cola – Centeno – Cebada – Cacahuetes – Nueces – Maíz – Soya – Frijoles u otros granos (habas, chícharos y otras leguminosas) – Pescados – Mariscos – Canela – Tomates – Papa – Berenjena – Pimientos

enfermedad2.2 Si después de haber eliminado varios alimentos, sus síntomas han mejorado, póngase a prueba con cada uno de ellos, integrando de nuevo a su dieta, uno a la vez. Reintegre cada tres días, uno de los que excluyó y mantenga una bitácora de sus síntomas. Asegúrese de que efectivamente sea un solo ingrediente a la vez, no vaya a ser que quiera zamparse una pizza entera, en vez de agregar el jitomate a los tres días de haber reintegrado la carne de res, por ejemplo.
2.3 Cada vez que reintegre un alimento a su dieta, comience con una pequeña porción en la mañana.

Si no hay síntomas, entonces tome porciones más grandes por la tarde y luego por la noche. Los síntomas pueden tardar en aparecer hasta 2 días después de haber reintegrado un determinado alimento.
2.4 Si un alimento le produce molestias, elimínelo de nuevo de la dieta e identifíquelo como un alérgeno. No obstante, no descarte la posibilidad de ponerse a prueba una vez más en el futuro para asegurarse de que efectivamente es alérgico a ese alimento.

AristótelesUn buen consejo: antes de aplicar cualquier estrategia, elimine de su dieta el azúcar, el gluten, los lácteos y los estimulantes, independientemente de cuales hayan sido los resultados de su estrategia, o de si usted está enfermo o no.
Hay otras estrategias más estrictas que de inicio excluyen un gran número de alimentos. Y aunque en este caso las dietas son más difíciles de seguir, facilitan mucho la identificación de los alimentos problema (alérgenos). Yo acostumbro apegarme al principio filosófico de la «dorada mediocridad» de Aristóteles, que establece que existe un feliz punto medio entre los extremos. Me refiero a que usted puede comenzar con una dieta que no sea ni tan estricta (pocos alimentos seguros), ni tan flexible (muchos alimentos permitidos al inicio). Si usted es de los que prefiere comenzar con una relación de alimentos permitidos y le sienta bien la postura aristotélica, tal vez le gustaría considerar la lista que sigue (ahora no vamos a excluir alimentos, sino a agregarlos).

Si después de un mes sus síntomas mejoran con esta otra dieta, comience a añadir alimentos que no estén en la lista, procurando hacerlo de la misma manera que como se indicó en la estrategia anterior, integrando cada tres días, un alimento diferente a la vez. Si al agregar un alimento cualquiera, éste le ocasiona molestias, descártelo de su dieta e identifíquelo como alérgeno. La lista es tentativa, ya que como dijimos, usted podría ser alérgica(o) a alguno de esos alimentos. No olvide que el gluten, los lácteos, el azúcar y los estimulantes no son alimentos seguros. Esos «cuatro jinetes de la morbilidad» siempre deberán ser excluidos de la dieta.

Alimentos que en principio son «seguros» (no son alérgenos):

-Apio – Calabazas – Arroz – Lima – Frijoles – Calabacitas – Durazno – Garbanzos – Perejil – Espinacas – Alcachofa -Manzana – Lentejas – Pepino – Melón – Alubias – Zanahoria – Pera – Ajonjolí – Ejotes – Lechuga – Calabaza – Tapioca – Borrego – Camote – Arándano – Aceite de oliva – Caña – Pavo – Pollo – Brócoli

articulacionesNuestros siguientes dos casos, el de Joseph Hackett y Mike, confirman lo que hemos estado diciendo hasta el momento, pues curiosamente, ambos coincidieron en dos cosas: 1) en que la artritis reumatoide se puede curar con un programa de nutrición adecuado, excluyendo los posibles alérgenos, y 2) en que dos de las fuentes ([6] y [7]) que consultaron para conseguir su objetivo, son exactamente las mismas. Al parecer, el libro del Dr.  John Mansfield determinó en gran medida su recuperación. Le recomiendo leer sus aleccionadoras historias, para que vea cómo la perseverancia, el sentido común y el sentido que se puede hallar en el sufrimiento, pueden llegar a pesar más que lo que un especialista transmite cuando espeta: «¡está usted loco, nunca nadie a podido curar la artritis!». Joseph y Mike no estaban locos, solo tuvieron más sentido común que los médicos que consultaron.
El único factor que yo cuestionaría en estos cuatro casos es el tiempo. En el primero de ellos, parece que la protagonista ganó mucho tiempo al efectuarse la prueba IgG, porque no se entretuvo mucho en tratar de identificar que el huevo y los lácteos eran su mayor problema. Y aunque en su página sí menciona uno que otro suplemento, no parece que haya profundizado mucho en los principios de la medicina ortomolecular. Algo parecido sucede en los demás casos.

La receta ortomolecular

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receta artritisNuestra contribución a este enfoque terapéutico, ha sido la reducción del tiempo de recuperación, agregando a la dieta de exclusión de alérgenos, una receta para la artritis (izquierda) a base de antioxidantes que comprende, entre otros, los ácidos grasos omega 3 [10] y el ácido alfalipoico. Puesto que existe también evidencia de la efectividad de la capsaicina tanto en la artrosis como en la artritis reumatoide ([10] y [11]), la receta le indica a usted cada cuándo y cómo administrar una microdosis de chile habanero. La intención ha sido que el dolor desaparezca lo más pronto posible. Si después de haberse realizado la prueba IgG, de seguir la dieta indicada y de haber tomado los suplementos indicados en nuestra receta, usted se cura en menos tiempo del que tardaron en recuperarse los protagonistas de los casos citados, apreciaría mucho que visitara sus sitios y les dijera cuáles fueron los suplementos que tomó para acelerar el proceso, a fin de devolverles el gran favor que nos hicieron al compartir parte de la solución que aquí he presentado.

Yo no estaré cumpliendo con la misión que me he propuesto, a nos ser que usted y ellos se vean beneficiados con los resultados de esta investigación. La certeza de que un tratamiento funciona, solo puede provenir del testimonio de quien lo ha probado, y no de lo que tenga que decir aquél que lo promociona. Es por eso que creo más en el consenso de opinión de los cientos de e-pacientes que me encuentro a diario en los medios sociales de Salud 2.0, que en la necedad de un especialista que está detrás de un escritorio, cobrando por recetas de medicamentos que solo enmascaran los síntomas, sin erradicar la enfermedad.

© Sergio López González. Fundación MicroMédix. 19 de octubre de 2015


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REFERENCIAS

[1] http://www.purfitness.com/how-i-cured-my-arthritis-without-meds/
[2] Patrick Holford y Susannah Lawson. Nutrición óptima. Guía fácil. 2009, Ediciones Robinbook, s. l., Barcelona.
[3] Joint and Muscle Pain, Various Arthritic Conditions and Food Sensitivities. James A. Jackson, MT(ASCP)CLS, Ph.D., BCLD et al. Journal of Orthomolecular Medicine Vol. 13, No. 3, 1998.
[4] Does food intolerance have any role in the aetiology and management of rheumatoid disease?. Dr L G Darlington. Annals of the Rheumatic Diseases 1985; 44, 801-804.
[5] Allergies and Their Modern Therapies. William E. Catterall, SC.D. Nutritionist. A Speech to the Reumatoid Disease Foundation Birmingham, Alabama, July 20, 1985.
[6] Arthritis: Allergy, Nutrition & The Environment. Dr. John Mansfield. Thorsons Pub. 1990
[7] Nutrition and Physical Degeneration. Weston Andrew Price. Keats Pub. 2003
[8] Gut and Psychology Syndrome: Natural Treatment for Autism, Dyspraxia, A.D.D., Dyslexia, A.D.H.D., Depression, Schizophrenia. Natasha Campbell-McBride. Medinform Publishing. 2010
[9] GAPS Guide 2nd Edition: Simple Steps to Heal Bowels, Body, and Brain. Baden Lashkov. 0953458 B.C. Ltd; 2nd edition. 2013
[10] http://www.arthritis.org.au/media/content_pages/arthritis/get-information-sheets/information-sheets/Complementary-Therapies.pdf
[11] A report by Arthritis Research UK. Complementary and alternative medicines: http://www.arthritisresearchuk.org

Autor: micromedix

Sergio López González. Ing. en Informática Biomédica

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